Novo Mesoiro, Visma y Los Rosales obtienen medias de radón superiores a los 300 becquereles

Los nuevos barrios de la ciudad no se libran de la presencia de radón y si bien Ciudad Vieja y A Zapateira siguen de primeros en el ránking de los más afectados, no menos importante son los valores que llegan a alcanzar Los Rosales, San Pedro de Visma o Novo Mesoiro, superando los tres los 300 becquereles por metro cúbico, que es el límite legal establecido por la directiva europea por el que los gobiernos se ven obligados a reducirlo desde febrero.

Los resultados salen de un análisis realizado por la empresa coruñesa Inteko mediante detector Alphaguard en las plantas más cercanas a la rasante con dos medidas en cada uno de ellos.

El gerente de la firma y responsable del departamente técnico, Javier Longueira, advierte que las zonas por donde actualmente se expande la ciudad están expuestas al gas a niveles por encima de lo permitido, excepto el Parque Ofimático, que presenta índices por debajo de los 300 bq/m3. Es más, de las dos mediciones que se llevaron a cabo en el perímetro que será poblado en las próximas semanas, la primera, que corresponde a valores obtenidos en una vivienda, llega a 74 becquereles máximo por metro cúbico, y la segunda, que procede de un local público dentro de un edificio, concentra 36 becquereles en la zona ventilada y sube a los 211 becquereles por metro cúbico en el almacén de mantenimiento.

Sin embargo, Los Rosales supera el límite marcado por la ley, con valores en una casa de 1.224 y 1.155, mientras que en un negocio se recogieron 424 y 321 becquereles por metro cúbico.

Muy cerca, San Pedro de Visma suspende en dos de las evaluaciones, la que proviene de un almacén donde se dan hasta 1.024 becquereles por metro cúbico y una de 483 obtenida en un trastero, dentro de un sótano con ventilación funcionando. En el mismo lugar, pero en una plaza de garaje, se obtuvo una tercera de 221.

En otra atalaya, la que da cobijo a las familias más jóvenes de A Coruña –Novo Mesoiro– ninguno de los tests es favorable. En concreto, se efectuaron sondeos en dos domicilios con un media superior en los dos a los 300, llegando a 655 y 826 en cada una de las viviendas. Longueira destaca que los tres núcleos aglutinan números importantes y recuerda, eso sí, que se trata de un fenómeno casuístico y que el hecho de que “un local tenga o no concentraciones no implica que lo tenga el local de al lado”.

En todo caso, los que se encargan de trazar el mapa gallego del radón, se detienen en las nuevas partes de la urbe para saber hasta qué punto lo respiran debido a su subsuelo granítico. Por delante, están A Zapateira, en el ámbito coruñés y cullerdense, y Ciudad Vieja, que son los puntos negros ya que tienen una media de entre 4.000 y 5.000 becquereles por metro cúbico cuando la OMS (Organización Mundial de la Salud) fi ja en 100 la frontera a partir de la cual el radón comienza a ser peligroso para la salud.

Socioloxía

En la facultad de Socioloxía, del campus de Elviña, la comunidad educativa culpó a fi nales de 2017 a los niveles de radón que sufre el inmueble de tres casos de cáncer y uno de neumonía entre el personal del centro tras un análisis del Laboratorio de Radioactividade Ambiental (LRA) que arrojó cifras superiores a los 3.000 becquereles por metro cúbico. Los que entran a diario en las aulas achacaron a esto varios diagnósticos reiterados, por lo que Sanidade evaluó a los enfermos y se concluyó que los diez fueron detectados en un período de once años con distintas localizaciones y en edades muy variadas.

En el escrito constataron que no existía un patrón específi co de cáncer y que las causas eran mixtas: “Non hai evidencia de que os cancros poidan ter unha orixe común, sexa física, química ou biolóxica”. Aún así, la Universidad se comprometió a realizar controles periódicos y tratar de mitigar la presencia del gas.

Fuente La Opinión